Este artículo ha sido publicado inicialmente en la Revista Seguridad y Poder Terrestre
Vol. 2 No. 4 (2023): octubre a diciembre
DOI: https://doi.org/10.56221/spt.v2i4.42
Resumen
El concepto de comando y control en las Fuerzas Armadas (FF. AA.) es ampliamente utilizado, aunque no necesariamente conocido por todos. Este implica el ejercicio de la autoridad y la dirección de un líder militar sobre sus subordinados. Además, dentro de este ámbito, existen diferentes métodos de comando y control, como el Comando Tipo Misión y el Control Detallado. Estos tienen sus raíces en los conceptos prusianos conocidos como Auftragstaktik y Befehlstaktik, respectivamente. En este sentido, el Comando Tipo Misión se caracteriza por otorgar autonomía a los subordinados para tomar decisiones en el terreno, basándose en objetivos generales y la intención del comandante. Por otro lado, el Control Detallado conlleva una supervisión cercana y la emisión de órdenes precisas para la ejecución de tareas. El método más ampliamente aceptado es el Comando Tipo Misión, el cual fue adoptado tanto por el Ejército de los Estados Unidos (EE. UU.) como por el Ejército del Perú (EP). Sin embargo, un análisis detenido permite identificar ventajas y desventajas de cada método que dependen de diversos factores. Finalmente, se propone el método innovador de comando y control Awqa Humalliq, que significa Guerrero Líder. Este pretende destacar la importancia que el EP desarrolle su propia doctrina, considerando las particularidades y características únicas del soldado peruano.
Palabras Clave: Comando y Control, Comando Tipo Misión, Control Detallado.
Introducción
El comando y control es un concepto que ha sido ampliamente utilizado por los comandantes militares a lo largo de la historia. Esta definición ha desempeñado un papel fundamental en la planificación, preparación, ejecución y evaluación de las operaciones militares, así como en la instrucción, entrenamiento y actividades administrativas. Sin embargo, su aplicación efectiva está condicionada por una serie de factores diversos.
Este artículo tiene como objetivo inicial abordar una cuestión esencial mediante un análisis de dos métodos de comando y control: el Comando Tipo Misión y el Control Detallado. El propósito no es solo facilitar una comprensión clara de estos métodos, sino identificar sus ventajas y desventajas para ofrecer una perspectiva completa sobre su aplicabilidad. Para alcanzar esta meta y proporcionar al lector un contexto teórico sólido, se realizó una revisión exhaustiva de conceptos clave, explorando su evolución histórica y analizando las implicaciones etimológicas de la traducción de mission command. Posteriormente, se llevó a cabo una interpretación integral de la información, abordando diversos aspectos, como la aplicabilidad en operaciones lineales y no lineales. De esta manera, se justificó que el Comando Tipo Misión no necesariamente ofrece ventajas superiores en todos los contextos de ejercicio del comando y control. En este proceso, se identificó tanto las ventajas como las desventajas de ambos métodos, considerando una variedad de factores.
El segundo objetivo del artículo consistió en proponer un método de comando y control específicamente diseñado para el EP, el cual se fundamenta en la comprensión de los métodos mencionados, junto con el análisis detenido de sus ventajas y desventajas. Este método representa un esfuerzo por optimizar la eficacia y la eficiencia en el ámbito militar peruano. Finalmente, se presentan las conclusiones de la investigación.
El Comando y Control
El concepto de comando y control se utiliza ampliamente en el ámbito militar y ha sido ejercido, a lo largo de la historia, por todos los comandantes. Según Alberts y Hayes,[1] las funciones de este concepto no solo se aplican al ámbito militar, sino a las empresas privadas.
El comando y control implica ejercer la autoridad y dirección de un comandante, debidamente designado, sobre una fuerza para el cumplimiento de la misión.[2] En otras palabras, es una manera de gestionar y dirigir operaciones, donde el militar al mando toma decisiones, transmite órdenes y supervisa su ejecución con el objetivo de cumplir una misión asignada. Este proceso involucra el uso coordinado de recursos como personal, equipo, armamento y logística en general. En este sentido, es imperativo examinar los conceptos de «comando» y «control».
Con respecto al significado de comando, este alude a la autoridad que el comandante ejerce legalmente sobre sus subordinados en virtud de su rango o cargo.[3] Es decir, es legal y se sustenta en la estructura jerárquica y las normas establecidas por parte de las instituciones armadas. Además, incluye la responsabilidad de utilizar efectivamente los recursos disponibles, así como la responsabilidad por la salud, el bienestar, la moral y la disciplina del personal asignado.[4] Sin embargo, es fundamental no confundir el comando con el liderazgo. Aunque ambas definiciones están estrechamente relacionadas, el comando se vincula con la autoridad y el “liderazgo se gana por medio de la confianza, el respeto, la experiencia y la competencia”.[5]
Es importante señalar que, en el ejercicio del comando, la toma de decisiones es fundamental, ya que estas decisiones se traducirán en órdenes para llevar a cabo operaciones militares. En este sentido, la responsabilidad recae en el comandante de una fuerza, sin importar su magnitud.
En relación al control, se trata de la regulación de las fuerzas y sistemas que operan en el campo de batalla con el fin de cumplir con la intención del comandante. Asimismo, implica recopilar, procesar, mostrar, almacenar y difundir información relevante que facilite una concepción amplia del ambiente operativo.[6] Por otro lado, es importante destacar que la ausencia de control puede conducir a la confusión, desorden, desorganización y, en consecuencia, a la pérdida de la dirección de las operaciones.
Un control deficiente acarrea consecuencias significativas. Por ejemplo, puede resultar en la falta de coordinación de acciones y decisiones, lo que provoca una ejecución desorganizada. La falta de comunicación efectiva puede llevar a la toma de decisiones basadas en información incompleta o, en algunos casos, decisiones precipitadas. Por otro lado, es crucial que el control sea flexible para adaptarse a nuevas situaciones y desafíos cambiantes. Un exceso de control restrictivo puede tener un impacto negativo en el personal subordinado, ya que deben tomar decisiones en sus respectivos niveles. Por estas razones, se vuelve evidente que un comando efectivo es inalcanzable sin un sistema de control eficiente.
Teniendo en cuenta que el comandante tiene la autoridad y la responsabilidad de tomar decisiones, es él quien ejerce el control para dirigir las operaciones y ajustarlas según lo requieran las condiciones.[7] Por consiguiente, el comandante desempeña un papel clave en el ejercicio del comando y control. Es importante destacar que los medios de comunicación facilitan este proceso. Desde una perspectiva más general, los comandantes no pueden ejercer el comando y control de manera individual. Incluso en los niveles más bajos, los comandantes necesitan apoyo para ejercer el comando y control. Por lo tanto, cada comandante cuenta con un sistema de comando y control que proporciona ese apoyo (Figura 1).[8]
Figura 1 El Comando y Control
Fuente: Elaboración Propia
Métodos para Ejercer el Comando y Control
En este punto del estudio, es relevante aclarar que los manuales del Ejército de EE. UU. y algunos textos revisados para esta investigación hacen referencia al Comando Tipo Misión como un método, un concepto, una filosofía o una función de la guerra. Por otro lado, el EP se refiere al comando de misión como una filosofía o función de combate. En este contexto, considerando que la definición de comando y control ha evolucionado con el tiempo, se puede comprender la filosofía como un conjunto de doctrinas[9] y el método como la forma de actuar o proceder.[10]
En adelante, se considerará que la filosofía de comando y control establece los valores y principios fundamentales que deben guiar la vida del soldado, mientras que el concepto de método, en el ámbito militar se enfoca en cómo aplicar esos valores y principios.
A lo largo de la historia, los líderes militares han utilizado variantes del comando y control,[11] o metodologías específicas.[12] Por consiguiente, el comando y control puede ser ejercido a través de la aplicación de distintos métodos que se ajusten a la situación particular, tales como los medios de comunicación disponibles, el tiempo disponible e incluso la personalidad del comandante. En este contexto, la toma de decisiones se considera la fase culminante de este proceso.
En esta misma línea, el propósito fundamental del comando y control ha permanecido constante, pero se han experimentado cambios significativos en la forma en que se concibió y ejecutó esta función a través del tiempo.[13] En la actualidad, en las FF. AA. se pueden identificar dos métodos de comando y control: Comando Tipo Misión y Control Detallado. Ambos tienen sus raíces en los conceptos de «Auftragstaktik» que significa «control directivo» y «Befehlstaktik» que quiere decir «control por orden detallado”.[14] Estos se diferencian “principalmente” por el grado de centralización del comando. El Auftragstaktik se caracteriza por tener un control mínimo y basarse en la precisión de la misión. Este enfoque se ha observado en el Ejército chino y soviético. Por otro lado, el Befehlstaktik enfatiza un comando centralizado y pone énfasis en la precisión de las órdenes dadas. Este método ha sido utilizado por el Ejército israelí y el alemán durante la Segunda Guerra Mundial.[15]
El Comando Tipo Misión tiene sus raíces en el concepto alemán de Auftragstaktik.[16] No fue una idea introducida en el pensamiento militar alemán por decreto, pues lejos de ser simple o rápida, su adopción fue un proceso difícil y prolongado.[17] Asimismo, su origen se remonta al siglo XIX como resultado del análisis realizado por los prusianos, después de sus derrotas ante Francia, quienes identificaron que los franceses habían logrado una ventaja significativa gracias a la rápida comunicación de las intenciones de Napoleón. Esto permitió que los subordinados tuvieran la libertad de ejercer iniciativa de manera efectiva, lo que desconcertó a los prusianos, motivo por el cual incorporaron esta perspectiva a su doctrina: «Si la ejecución de una orden resultaba imposible, un oficial debería tratar de actuar de acuerdo con la intención detrás de ella».[18] Así, los prusianos modificaron su doctrina, dejando de lado la estricta obediencia de las órdenes y aceptando los errores de los subordinados al emprender acciones arriesgadas. Esto resalta la importancia de la confianza de los superiores en los subordinados.
En el Ejército de los EE. UU. el concepto del Comando Tipo Misión nace a inicios del siglo pasado y fue evolucionando en su doctrina. En 1905, en el primer manual de armas combinadas se lee lo siguiente: “Una orden no debe violar el campo del subalterno. Debe contener todo lo que va más allá de la autoridad independiente del subalterno, pero nada más. Si la transmisión de ordenes implica un tiempo significativo, durante el cual la situación puede cambiar, deben evitarse instrucciones detalladas”.[19] Entiéndase que las órdenes proporcionadas por un comandante no deben interferir o entrar en conflicto con las responsabilidades y decisiones que corresponden al comandante subordinado en su propia área de operaciones.
A partir del análisis de la evolución doctrinaria, se extrae un texto de 1914 de varios documentos del Ejército de los EE. UU. que señala: “A los oficiales y soldados de todo rango y grado se les otorga un nivel irrefutable de independencia en la ejecución de las tareas asignadas y se prevé que éstos demuestren la iniciativa necesaria para enfrentar las distintas situaciones según se presenten. Toda persona, desde el comandante de mayor jerarquía hasta el soldado raso de menor jerarquía, siempre debe tener en mente que no tomar las medidas necesarias y pasar por alto las oportunidades que se presenten, merecerá una censura más severa que el tomar una decisión errada con respecto a los medios”.[20]
Otro texto del mismo año enfatiza la toma de decisiones en ausencia de órdenes y la comprensión de la intención del comandante: “Los comandantes de las unidades subordinadas no pueden alegar una ausencia de órdenes ni la falta de órdenes como excusa por la inactividad en una situación en la que la acción […] Si el comandante subalterno sabe cuál es el plan general (el objetivo a la vista) una falta de iniciativa por su parte es inexcusable”.[21]
Tanto en manuales de 1939 y 1941 destacan los escritos: “Pasar por alto las oportunidades que se presenten, merecerá una censura más severa que el tomar una decisión errada” y “una unidad subordinada no puede alegar una ausencia de órdenes o el no recibir órdenes como excusa por la inactividad en una situación si la acción por su parte es esencial”.[22]
Años después, en el manual de operaciones de 1949, sobresale la iniciativa al declarar: «Se debe evitar reglas y métodos establecidos. Estos limitan la imaginación e iniciativas esenciales en la conducción exitosa de la guerra».[23] A modo de ejemplo, se puede mencionar lo sucedido en la Primera Guerra Mundial y el concepto de «guerra de trincheras». Las tácticas utilizadas en ese momento estaban arraigadas en procedimientos tradicionales y rígidos que no se adaptaron a las condiciones de la guerra moderna. Los comandantes seguían patrones estrictos de avance y ataque, lo cual limitó su capacidad para imaginar nuevas formas de enfrentar la guerra. Como consecuencia, se perdieron numerosas vidas.
El concepto de Comando Tipo Misión fue desarrollado en manuales estadounidenses publicados en 1954, 1962, 1968, 1976, 1982, 1986, 1993, 2001 y 2003. Fue en este último año cuando el concepto se estableció como parte de la doctrina oficial del Ejército de los EE. UU. hasta la actualidad, estableciéndose como concepto preferido de comando y control.[24] De esta manera, el Comando Tipo Misión se define como el enfoque del ejército para el comando y control que facultad a los subordinados la toma de decisiones y ejecución descentralizada adecuada a la situación.[25]
Por otra parte, como indica Finney y Klug: “Ante todo, el Mando Tipo Misión es una filosofía de liderazgo. Es una mentalidad para liderar un equipo de una manera que facilite a los seguidores ejercer la iniciativa dentro de la intención de su líder. Más específicamente, requiere que los líderes brinden una visión de lo que finalmente quieren lograr junto con un nivel mínimo de instrucción que dicta el cómo”.[26] En otras palabras, es una filosofía porque se orienta a empoderar a los comandantes subordinados otorgándoles objetivos claros y permitiéndoles tomar decisiones creativas para alcanzarlos. Ahora bien, el Comando Tipo Misión no significa que los subordinados posean total libertad, sino que les permite actuar dentro de los parámetros de la misión y la intención del comandante, promoviendo la iniciativa disciplinada.[27]
Adicionalmente, el Comando Tipo Misión requiere que se cumplan principios como: competencia, confianza mutua, comprensión compartida, intención del comandante, órdenes tipo misión, iniciativa disciplinada y aceptación del riesgo.[28] Si bien todos son importantes, la intención clara y concisa del comandante impulsa el proceso del Comando Tipo Misión. Este, a su vez, se desarrolla en un entorno donde el comandante subordinado disfruta de un alto grado de autonomía y recibe un nivel limitado de instrucciones detalladas (Figura 2).
Figura 2 Comando Tipo Misión desde el Punto de Vista del nivel de Autonomía del Comandante Subordinado y Nivel de Detalle de las Órdenes
Fuente: Elaboración Propia
Como puede entenderse, el Ejército de los EE. UU. adoptó al Comando Tipo Misión como una metodología de comando y control.
En el EP, el concepto de «comando de misión» es definido por primera vez en el Manual de Planeamiento de Operaciones Terrestres del año 2015.[29] Posteriormente, en el Manual Fundamental 6-0 Comando de misión de 2019 se destaca que «para funcionar eficazmente y tener una mayor probabilidad de cumplir la misión con éxito, el comandante, con la ayuda de su Estado Mayor, ejerce el comando de misión durante todo el curso de las operaciones y acciones militares».[30] Por consiguiente, el denominado «comando de misión» es la metodología de comando y control adoptada por el EP.
Respecto al Befehlstaktik no hay muchas investigaciones, sin embargo, vendría a ser el «otro lado de la moneda» del Comando Tipo Misión. La esencia de este método es que el comandante emite órdenes detalladas, dejando poca libertad a los comandantes subordinados para maniobrar.[31] Como indica Eisel: «Los comandantes subordinados tienen poco o ningún espacio para la flexibilidad».[32]
El Befehlstaktik es un término alemán que significa «táctica basada en órdenes».[33] En este método, todas las unidades se mueven y pelean de acuerdo al plan. En tal sentido, la clave para la victoria no es aprovechar la oportunidad, sino imponer en el enemigo un férreo ataque empleando el comando centralizado.[34]
Por consiguiente, el Befehlstaktik, en contraste con el Auftragstaktik, fue un método empleado incluso por los soviéticos. Con este, las órdenes especificaban quién, qué, cuándo, dónde y cómo se debía llevar a cabo una tarea. Como resultado, los comandantes ejercían una supervisión detallada sobre sus subordinados para garantizar la alineación precisa entre el plan y su ejecución.[35] Este método es restrictivo, ya que se informa a la cadena de mando el por qué, cuándo y, principalmente, el cómo se desarrollará la operación.[36] Aquí, lo destacado radica en que las órdenes especifican el «cómo», es decir, reducen la capacidad de toma de decisiones del comandante subordinado (Figura 3).
Figura 3 Control Detallado desde el Punto de Vista del Nivel de Autonomía del Comandante Subordinado y Nivel de Detalle de las Órdenes
Fuente: Elaboración Propia
¿Mando de Misión?, ¿Comando de misión? o ¿Comando Tipo Misión?
Es conveniente plantear la traducción más certera de «mission command«. En la mayoría de los textos en español se utiliza el término «mando tipo misión». No obstante, en la doctrina del EP se emplea el término «comando de misión», según se indica en el Manual Fundamental Comando de Misión del 2018.[37]
La discusión sobre la definición de las palabras «comando» y «mando» fue resuelta en el Decreto Legislativo N° 1268-2016. Aunque se refiere a asuntos de la Policía Nacional del Perú (PNP), el autor considera que las definiciones son coherentes. El mando permite a un superior dirigirse a un subordinado en virtud de su posición y jerarquía para dar órdenes generales, siempre que no interfieran con la misión o función del subordinado. El comando es la autoridad del superior para dar órdenes en el desempeño de un cargo asignado.[38] Mientras que el mando posibilita instrucciones generales y se basa en la jerarquía y antigüedad, el comando se enfoca en instrucciones específicas y se relaciona con responsabilidades asignadas a cargos concretos.
Teniendo en cuenta ambas definiciones, queda claro que el término a emplear es «comando». Ahora, ¿“comando de misión” o “Comando Tipo Misión”? Semánticamente, ambas frases pueden comprenderse como similares, pero se percibe una pequeña diferencia en cómo se estructuran y expresan las ideas.
La frase «comando de misión» sugiere que el comando está directamente asociado o vinculado a una misión específica. El enfoque principal es la misión en sí misma, y el comando se considera como parte integral para asegurar la ejecución exitosa de una misión particular.
En cambio, en la frase “Comando Tipo Misión” se enfatiza más el método o tipo de comando empleado, que es similar o se asemeja al concepto de «misión» en el sentido de la delegación y la autonomía en la toma de decisiones. El término «tipo misión» destaca cómo se ejerce el comando, sugiriendo que el enfoque de toma de decisiones y delegación de autoridad es similar al utilizado en una misión específica.
La diferencia semántica radica en la perspectiva enfocada. Si el enfoque principal está en el comando asociado con una misión específica, sería «comando de misión». Si se quiere resaltar el tipo de comando que se asemeja a cómo se manejaría una misión, sería «Comando Tipo Misión».
Considerando que se desea resaltar un enfoque de comando descentralizado, la expresión «Comando Tipo Misión» sería la más apropiada, ya que sugiere la delegación de autoridad y la autonomía en la toma de decisiones por parte de los subordinados.
Análisis: ¿Comando Tipo Misión o Control Detallado?
El objetivo de este estudio es examinar los enfoques de Comando Tipo Misión y Control Detallado, con el fin de comprender y evaluar cómo estos dos métodos difieren en términos de delegación de autoridad, toma de decisiones, coordinación y eficacia en la ejecución.
En el Comando Tipo Misión, el comandante se encarga de comunicar a los subordinados sus intenciones y los detalles necesarios para facilitar las coordinaciones, pero no entra en detalles sobre cómo deben llevar a cabo la misión. Espera que desarrollen su conocimiento, familiaridad con el terreno y experiencia, siempre y cuando permanezcan dentro de la intención.[39] En otras palabras, los comandantes subordinados tienen un conocimiento detallado de la realidad en el terreno, lo que les permite tener un entendimiento profundo de sus hombres, el armamento, los suministros y las limitaciones impuestas por el área geográfica, las condiciones meteorológicas y el enemigo. Esta información les permite tomar decisiones informadas y adaptarse a las circunstancias cambiantes para lograr el éxito.
En el proceso de planeamiento, idealmente se asigna a los comandantes a tareas específicas teniendo en cuenta su conocimiento, entrenamiento, experiencia e iniciativa, con la finalidad de garantizar un buen desempeño. Estos saberes son adquiridos a través de las escuelas de formación y especialización, la experiencia en misiones similares y la iniciativa que podría ser innata o desarrollada. En este sentido, resulta lógico la importancia que el comandante conozca y confíe en sus comandantes subordinados.
Un comandante subordinado tiene la capacidad de tomar decisiones acertadas, ya que es una autoridad en su área de responsabilidad. Esto se debe a su conocimiento, experiencia y habilidad para enfrentar los desafíos que la situación le presenta.
Cabe destacar que el enfoque de Comando Tipo Misión va más allá de simplemente emitir órdenes y esperar resultados. Es un error suponer que el comandante subordinado cumplirá las órdenes sin tener en cuenta que requiere inteligencia, suministros, comunicaciones y suficientes fuerzas para actuar con autonomía, utilizando el concepto de armas combinadas. El comandante subordinado será capaz de tomar decisiones más acertadas a medida que cuente con inteligencia o información proporcionada por el escalón superior o que pueda obtener mediante sus propios medios de búsqueda (Figura 4).
Figura 4 Conocimientos, entrenamiento, experiencia e iniciativa en el comando y control
Fuente: Elaboración propia
Por otra parte, el Control Detallado es menos adaptable en situaciones cambiantes. Sin embargo, dependiendo del contexto, presenta ventajas. Cuando las órdenes son específicas, se espera lograr claridad en la ejecución. Además, facilita la coordinación entre los comandantes subordinados. Asimismo, en el Control Detallado, la obediencia estricta puede tener una participación importante en beneficio de la operación. Se necesita un control estricto de la ejecución en caso de misiones donde el tiempo sea esencial. Las órdenes claras y directas facilitarán una ejecución rápida. Finalmente, la ejecución se sustentará en procedimientos estandarizados. Esto puede ser útil cuando se requieren respuestas predecibles. Las decisiones no serán tomadas en el campo, sino en niveles superiores para ser transmitidas a los comandantes subordinados. Esto puede ser eficiente en escenarios específicos.
En igual medida, es esencial destacar que las operaciones no lineales están adquiriendo cada vez más importancia en los nuevos contextos de guerra. Esto resalta la necesidad de examinar estos temas considerando tanto las operaciones lineales como las no lineales. En las operaciones lineales, las unidades de maniobra generalmente operan en zonas contiguas, mientras que en las operaciones no lineales lo hacen en zonas no contiguas.[40]
En las operaciones lineales, «cada fuerza de armas integradas dirige y aplica su potencia de combate sobre las fuerzas enemigas conjuntamente con las unidades adyacentes».[41] Por otro lado, en las operaciones no lineales los escenarios son menos predecibles y experimentan cambios significativos, ya que «un adversario ofrece diferentes frentes de acción para su maniobra».[42]
Basándose en lo expuesto, resulta comprensible que en las operaciones lineales se sigan procedimientos predefinidos para objetivos específicos, lo cual podría representar una desventaja para el Comando Tipo Misión. En este contexto, el Control Detallado desempeña un papel fundamental al asegurar la conformidad con las órdenes y permitir correcciones oportunas. En contraste, en las operaciones no lineales, donde la situación es impredecible, el Comando Tipo Misión permite adaptabilidad y aprovechamiento del conocimiento de los comandantes subordinados. No obstante, el Control Detallado, al requerir aprobaciones superiores, puede limitar la iniciativa y las oportunidades de acción en estas operaciones. (Figura 5).
Figura 5 El Comando Tipo Misión y el Control Detallado en Operaciones Lineales y Operaciones No Lineales
Fuente: Elaboración Propia
En el Comando Tipo Misión, los comandantes subordinados dedican una parte importante de sus recursos al reconocimiento y dan prioridad a la oportunidad en lugar de concentrar fuerzas en ataques en profundidad. Esto requiere que los comandantes subordinados sean competentes en diversas áreas, como navegación, comunicaciones y reconocimiento, además de tener la capacidad de reaccionar rápidamente y aprovechar las oportunidades. Adicionalmente, la confianza y la comunicación entre el comandante y sus subordinados son cruciales, aunque este aspecto subjetivo, a veces, no produce resultados óptimos en la práctica.[43]
También es esencial destacar que el Comando Tipo Misión puede ser malinterpretado por aquellos que no están familiarizados con esta filosofía. Puede interpretarse erróneamente que este método consiste en que el comandante dicta órdenes a los comandantes subordinados y estos las ejecutan sin dar cuenta hasta después de cumplirlas. No obstante, el Comando Tipo Misión es un método de comando y control que no se desconectan. Por lo tanto, es vital contar con un sistema de comunicaciones seguro y confiable, así como un detallado planeamiento.
De acuerdo con el análisis realizado, ambos métodos presentan ventajas y desventajas que dependen de diversos factores. Por esta razón, es importante realizar una comparación entre ellos. (Tabla 1)
Tabla 1 Ventajas y Desventajas del Comando Tipo Misión y Control Detallado
Factores | Comando Tipo Misión | Control Detallado | ||
Ventajas | Desventajas | Ventajas | Desventajas | |
Toma de decisiones | Los comandantes subordinados:
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Flexibilidad | Mayor flexibilidad permitiendo adaptarse a cambios. | Difícil coordinación centralizada. | Menores posibilidades de cometer errores siguiendo la directriz de la operación. | Ante situaciones cambiantes la reacción es lenta. |
Iniciativa | Promueve la iniciativa del comandante subordinado. | El comandante subordinado puede tomar decisiones no alineadas con el propósito de la misión. | Impide que se tomen decisiones que no sean autorizadas. | Reduce la creatividad del comandante subordinado. |
Experiencia del comandante subordinado | El comandante subordinado emplea al máximo su experiencia para tomar decisiones. | No siempre los comandantes subordinados cuentan con experiencia por lo que hay riesgos en la toma de decisiones. | Menos probabilidad de decisiones erróneas por falta de experiencia. | Limita la adopción de nuevas soluciones basadas en la experiencia. |
Operaciones lineales | Permite tener un mayor enfoque en situaciones predecibles. | Por la falta de dirección detallada, puede tener dificultades para enfrentar situaciones inesperadas. | Mayor capacidad para mantener la coherencia en el curso de acción establecido. | En situaciones cambiantes puede disminuir la efectividad. |
Operaciones no lineales | Mayor flexibilidad para enfrentar situaciones complejas. | Requiere adaptarse rápida y permanentemente a situaciones cambiantes. | Menor riesgo de desviaciones no controladas en la ejecución de la operación. | Lentitud en la toma de decisiones. |
Fuente: Elaboración Propia
Propuesta de Método de Comando y Control del Ejército del Perú: Awqa Humalliq
La siguiente propuesta doctrinaria se presenta como un enfoque abierto a posibles mejoras y ajustes con el objetivo de fomentar la innovación y el debate constructivo para desarrollar una doctrina más eficaz y acorde a las necesidades del EP.
A partir del análisis del Comando Tipo Misión y el Control Detallado, se puede concluir que ambos métodos pueden ser efectivos. La efectividad de cada uno depende de la naturaleza de la operación y la capacidad de los comandantes para aplicar el método más adecuado, según las circunstancias. En este sentido, se afirma que el comandante tiene la capacidad de elegir, de acuerdo con la situación específica, factores como su propia personalidad, las competencias y personalidades de los subordinados, las restricciones impuestas por el escalón superior en cuanto a la asunción de riesgos, la relevancia de la misión dentro del contexto de la campaña, la situación logística, la capacidad de comunicación, el nivel de modernización, la doctrina del enemigo, entre otros aspectos relevantes. Es fundamental tener en cuenta lo que como señaló Leonhard: «La característica distintiva de la guerra de maniobra no es el método de comando y control, sino más bien su visión sobre la manera de derrotar».[44]
Es relevante considerar las palabras del General Carlos Dellepiane, quien destacó que la doctrina de guerra de un ejército debe fundamentarse en su propia historia militar. Según sus palabras: «Sabemos que la Doctrina de Guerra debe ser algo íntimo de cada ejército, fundada exclusiva y restrictivamente en lo que es propio. Quien quisiera aplicar a lo suyo la doctrina creada para uso por otro pueblo, verá pronto sus campos llenos de insolentes y burlones soldados enemigos, verá sus mujeres vejadas, su pabellón por los suelos».[45]
Este extracto resalta la importancia de que cada ejército desarrolle su propia doctrina militar, teniendo en cuenta su historia y necesidades específicas. Advierte sobre los riesgos de adoptar la doctrina de otro país, ya que esto podría tener consecuencias negativas para la seguridad y el éxito de las operaciones militares.
En este sentido, es imperioso tener en cuenta que el EP tiene un linaje militar que se remonta a las antiguas culturas prehispánicas, las cuales eran reconocidas por su carácter aguerrido. Este abarca desde las civilizaciones Chavín, Mochica, Wari y Chimú hasta el apogeo de la organización militar en el Imperio Inca.[46]
El método de comando y control, adoptado por el EP, no se debe considerar simplemente como un conjunto de procedimientos o técnicas específicas, sino como una filosofía única y exclusiva que se basa en valores fundamentales como la disciplina, la integridad, la vocación de servicio y el compromiso por la excelencia.[47] Esta se halla arraigada en principios profundos que se inculcan desde la formación como cadete en la Escuela Militar, “convirtiéndose en hábitos y constituyéndose en elementos indisolubles de la esencia militar”.[48]
Awqa Humalliq, que significa «Guerrero Líder» en quechua, es una filosofía de comando y control que resalta las características del soldado peruano y su estirpe de guerrero, como mencionó Dellepiane: «No debemos olvidar que las aptitudes para la guerra que caracterizan al soldado peruano son excelentes, y tanto que lo colocan muy por encima de los soldados de cualquier otro pueblo; sobrio, resistente, muy disciplinado, solo necesita un mando enérgico que sepa conducirlo».[49]
Las aptitudes innatas de los soldados peruanos, antes descritas, requieren una instrucción militar singular. En este sentido, es crucial comprender que el “valor y la disciplina, infundido por la instrucción militar y el deseo de victoria están por encima de cualquier tecnología militar”.[50] Según el autor, en cualquier circunstancia, el lema que debe regir es «vencer o morir».
Awqa Humalliq se centra en el Manual de ética profesional del personal militar de las FF. AA., teniendo en cuenta las tres primeras exigencias ético-morales: «honestidad, veracidad y laboriosidad, que se inspiran en los valores del Imperio Incaico: Ama Sua (no robes), Ama Lulla (no mientas) y Ama Quella (no seas ocioso)».[51] Siguiendo esta filosofía como base, y considerando las particularidades del EP, se proponen los pilares de este nuevo método de comando y control, los cuales sin duda requerirán ser evaluados:
- Valentía como Pilar Fundamental. La valentía es la “forma superior de entrega que da el coraje suficiente para cumplir nuestro cometido, cualesquiera que sean los riesgos que se presenten”.[52] Todas las acciones y decisiones militares se fundamentan en la valentía, en consecuencia, los líderes deben fomentar un ambiente en el cual se valore y recompense y donde los soldados se sientan inspirados para actuar con valentía en todo momento.
- Honor y Deber en la Conducta. Los soldados deben entender que su honor está en juego en cada acción que realizan y que cumplir con su deber de manera honorable es una obligación inquebrantable. En tal sentido, “este valor implica el sustento de sólidos principios y fuerza inteligente, por lo cual no debemos temer a nada ni a nadie”.[53]
- «Vencer o Morir». Se convierte en el lema central de este nuevo método. Se espera que los soldados lo adopten como un recordatorio constante de su compromiso con el éxito y la superación de desafíos en todas las circunstancias. Este lema se inspira en un momento histórico en el que el General La Mar respondió con valentía: «Dar mañana la batalla, y vencer o morir», durante una conversación con el General Sucre, un día antes del 9 de diciembre de 1824, cuando tuvo lugar la decisiva Batalla de Ayacucho y se aseguró la libertad de América.[54]
- Liderazgo Inspirador. En este método, los líderes militares desempeñan un papel fundamental. Deben liderar con el ejemplo, mostrando valentía, honor y un fuerte sentido del deber. Es esencial que inspiren a sus subordinados a través de su conducta y toma de decisiones. Esto se alinea con el código de ética de las FF. AA., el cual establece que «el principal método de liderazgo será la conducción por el ejemplo».[55]
- Educación y Entrenamiento Integral. La preparación constante y rigurosa se convierte en un elemento clave. Los soldados deben estar física y mentalmente preparados para enfrentar cualquier situación. “La educación y entrenamiento representan el mensaje más poderoso de una organización en cuanto al desarrollo de líderes”.[56]
- Énfasis en la Lealtad. “En la vida militar ser leal significa no fallar al compromiso de amistad, respeto y reconocimiento hacia las personas o instituciones”.[57] La lealtad hacia la institución militar y hacia los compañeros es fundamental. Se entiende que la unidad y la cooperación son esenciales para lograr el éxito tanto en el combate como en todas las misiones.
- Respeto por la Historia Militar. En este método se promueve el respeto por la historia militar y se busca mantener y transmitir el legado de los guerreros peruanos del pasado. En este sentido, el estudio de la historia militar es fundamental para los combatientes, como resalta Salamanca,[58] pues les permite aprender de errores y éxitos pasados, entender las decisiones de líderes militares, y honrar el coraje y sacrificio de quienes sirvieron en el pasado, lo cual fomenta el patriotismo.
- Integridad. Es un valor supremo en este nuevo método. Se espera que los soldados actúen con integridad en todas sus interacciones y toma de decisiones, y mentir se considera inaceptable. “En la vida militar la persona íntegra, inspira respeto y confianza”.[59]
En concordancia con lo mencionado, el método Awqa Humalliq busca fortalecer la identidad, motivación y cohesión de los miembros del EP. Se enfoca en realzar la historia y la mística militar, como bien señala Simch: «Mística militar es la actitud colectiva de altivez, defensa y devoción a los valores emblemáticos de la organización militar y a su rol institucional, manifestada y demostrada por cada uno de sus integrantes en todas las actividades profesionales. Sin esa mística una fuerza de combate corre el riesgo de desfigurarse y entrar en rápido proceso de perdida de sus distintivos”.[60] Asimismo, presenta ventajas sobre el Comando Tipo Misión, las cuales se visualizan en la Tabla 2.
Tabla 2 Tabla de Comparación de Diversos Aspectos entre el Awqa Humalliq y el Comando Tipo Misión
Aspecto | Awqa Humalliq | Comando Tipo Misión |
Valores centrales | Valentía, honor, deber | Enfoque en la comunicación de intenciones |
Lema | «Vencer o morir» | Basado en la intención del comandante |
Liderazgo | Inspirador, basado en valores | Comunicación de intenciones como base del liderazgo |
Entrenamiento | Integral, enfocado en valentía y coraje | Entrenamiento enfocado en coordinación táctica |
Énfasis en | Valentía y coraje como pilares | Autonomía táctica y coordinación táctica |
Flexibilidad | Adaptabilidad a situaciones inesperadas | Enfoque en la misión inicial y su cumplimiento |
Misión | Misión basada en el cumplimiento del deber y valores militares | Misión enfocada en la ejecución de la intención del comandante |
Fuente: Elaboración Propia
En la práctica, el comandante subordinado, siguiendo la filosofía de Awqa Humalliq, ejerce su autoridad y dirección de manera efectiva al emplear métodos de comando y control de manera innovadora. Esto implica una evolución que optimiza lo mejor de los métodos tradicionales, como el Comando Tipo Misión o el Control Detallado, sin simplemente combinarlos.
En el contexto de Awqa Humalliq, cuando una operación es particularmente compleja y requiere aprovechar al máximo la experiencia y la iniciativa de los comandantes subordinados, se les otorga una mayor autonomía y se reducen los detalles en las órdenes. Sin embargo, si el nivel de riesgo aumenta durante la conducción de las operaciones, el comandante dictará órdenes precisas, limitando la libertad de acción de los comandantes subordinados hasta el final de la operación.
Cuando una operación presenta una ejecución poco compleja, la experiencia del comandante subordinado puede no ser la principal preocupación, lo que justifica el uso del Control Detallado. A medida que la ejecución avanza y la información relevante se reduce, es posible que las órdenes detalladas disminuyan. En esta etapa, el comandante subordinado aprovechará al máximo su nivel de entrenamiento y su iniciativa al aplicar el enfoque de Comando Tipo Misión (Figura 6).
Lo planteado constituye un ejemplo del dinamismo de las operaciones y la flexibilidad de adaptarse al mejor método de comando y control, dependiendo de la situación particular.
Figura 6 Dinamismo de las Operaciones y Flexibilidad del Empleo del Comando Tipo Misión y Control Detallado
Fuente: Elaboración Propia
Conclusiones
El comando y control, a lo largo de su evolución, demostró ser una herramienta esencial para la gestión eficiente de las operaciones militares y organizacionales. La búsqueda constante de un equilibrio entre la autoridad en la toma de decisiones y la ejecución coordinada dio lugar a métodos adaptados a las necesidades y desafíos cambiantes. Este desarrollo refleja la importancia de adaptarse a las circunstancias específicas y aprovechar las lecciones aprendidas para lograr un comando y control efectivo que permita la toma de decisiones informadas y la ejecución exitosa de las operaciones.
El Comando Tipo Misión es el método de comando y control de mayor preferencia, no obstante, su efectividad depende del nivel de experiencia, entrenamiento y capacidad de iniciativa del comandante subordinado. Por lo tanto, en la práctica, el control detallado adquiere mayor relevancia. La elección entre el Comando Tipo Misión y Control Detallado se fundamenta en la situación específica y en la habilidad de los subordinados para tomar decisiones informadas y coherentes con el objetivo de la misión.
Es importante adoptar una filosofía de comando y control que se ajuste a la cultura organizacional y a los desafíos específicos del EP. En este contexto, el método propuesto Awqa Humalliq podría ofrecer una mayor flexibilidad en el ejercicio de la autoridad y la dirección. Por ende, resulta recomendable introducir esta metodología desde los niveles iniciales de instrucción en el EP.
Finalmente, Awqa Humalliq no se limita a ser solo un método; es una filosofía integral de comando y control adoptada por el EP. Se basa en la valentía como pilar central y promueve valores esenciales como ética, honor y deber. Además, inspira a los líderes a fomentar la valentía en sus subordinados y a crear un entorno que la valore y recompense. No consiste simplemente en combinar métodos tradicionales, sino en adoptar un nuevo método sólido que guíe las acciones militares con integridad y coraje en todas las situaciones.
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