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Tareas y Retos Futuros para el Ejército Nacional, una Mirada Holística en Seguridad y Defensa

Este artículo ha sido publicado inicialmente en la Revista Seguridad y Poder Terrestre
Vol. 2 No. 4 (2023): octubre a diciembre
DOI: hhttps://doi.org/10.56221/spt.v2i4.41


Resumen

El artículo se enfoca en analizar los nuevos retos y desafíos para el Ejército Nacional de Colombia (EJC), lo que requiere un entendimiento pleno de su organización funcional, a partir de las Jefaturas de Estado Mayor, Planes y Políticas, Generador de Fuerza y Operaciones. Estas se fundamentan en la base estructural del ser humano, la tecnología, la investigación y las capacidades provenientes de las funciones de conducción de la guerra, que se refieren a las tareas y sistemas unidos para desarrollar el propósito de los comandantes en cuanto a cumplir las misiones y los objetivos trazados por la Fuerza.[1]

Asimismo, se divide en dos enfoques: el primero es un análisis bibliométrico básico, mientras que el segundo es una exposición sobre los temas álgidos que intervienen en la definición de aquellas circunstancias y situaciones para la consolidación de retos y desafíos de largo plazo. Finalmente, se presentan conclusiones sobre los temas expuestos que pueden llevar a investigaciones y análisis de mayor complejidad.

Palabras clave: Desafíos, Doctrina Militar, Capacidades, Transformación, Tecnología.

Introducción

En el contexto actual, los gobiernos enfrentan numerosos desafíos en materia de seguridad y defensa, tanto a nivel nacional como internacional. Para comprender estas dinámicas y llegar a conclusiones razonables, es necesario llevar a cabo estudios basados en experiencias, lecciones aprendidas, modelos y análisis bibliométricos. Estos implican una exploración preliminar de los fenómenos que se están abordando actualmente en todo el mundo. Para ello, se utilizan bases de datos como Web of Science y Scopus, que proporcionan metadatos, resúmenes, países, afiliaciones, referencias y factores de impacto. Los resultados obtenidos muestran la necesidad de filtrar los documentos por tópicos de especialización, ya que solo una cantidad limitada está directamente relacionada con los retos y desafíos futuros en seguridad y defensa de los países. Es interesante notar que ninguno de estos documentos proviene de Latinoamérica. Se destaca la importancia de atender aspectos relacionados con el contexto para entender con precisión los fenómenos estudiados y enmarcarlos como nuevas amenazas para las Fuerzas Miliatres (FF. MM.) y la Policía Nacional (PONAL). Además, se analiza la transformación y modernización estratégica, la proyección de capacidades y el uso de nuevas tecnologías para la gestión de la defensa. Se enfatiza en la necesidad de liderazgo, información y cooperación para abordar los desafíos actuales y futuros en seguridad y defensa nacional.

Desafíos Actuales en Seguridad y Defensa: Análisis Bibliométrico y Transformación Estratégica

Para intentar una aproximación a los desafíos que enfrentan actualmente los gobiernos, en términos de seguridad y defensa, en el contexto nacional e internacional, se requieren estudios basados en experiencias, lecciones aprendidas, modelos y análisis bibliométricos que permitan entender las dinámicas actuales y llegar a conclusiones razonables esperadas por parte de las FF. MM. y la PONAL.

En cuanto a los análisis bibliométricos, es necesario realizar una indagación preliminar de aquellos fenómenos abordados actualmente en el mundo. Para ello, se indagó en las bases de datos Web of Science y Scopus, de las cuales se extrajeron los metadatos, resúmenes, países, afiliaciones, referencias y factores de impacto. Dentro de la ecuación de búsqueda, se consideraron como criterios las siguientes: «challenges of the military forces«, «challenges facing the military» y «new challenges for military forces«.

Los resultados obtenidos por Web of Science fueron 2045 documentos para distintos enfoques que contemplan las relaciones internacionales, ciencia política, historia, sociología, estudios de área, leyes, ambientes públicos, entre otros. Por lo tanto, hubo la necesidad de filtrar, por tópicos de especialización, para llegar a un resultado más práctico y efectivo, adecuado al desarrollo de la temática desarrollada en el presente trabajo. Así, se encontró que, en relación con los retos y desafíos futuros para la seguridad y defensa de los países, únicamente 205 artículos estaban vinculados y ninguno de ellos provenía de Latinoamérica.

Teniendo en cuenta la base de datos académicos Scopus, los hallazgos no difieren exponencialmente, pues se hallaron 4027 resultados asociados a distintos enfoques de investigación, no obstante, solo 148 de ellos corresponden al objeto de estudio. En efecto, para la búsqueda realizada se identificaron textos vinculados a países como Estados Unidos (EE. UU.), Reino Unido, Suiza, Israel, Australia, Brasil, India, Italia y Nigeria. Además, la filiación de cada uno de los documentos proviene de laboratorios, universidades, institutos tecnológicos, Fuerzas Militares, academias y fuentes de investigación militar.

Un análisis preliminar de la información recolectada da cuenta de la insuficiencia de los países latinoamericanos en los que respecta a estudios profundos sobre los posibles retos y desafíos a los cuales se verán enfrentados en un futuro a corto plazo, al menos teóricamente. Por lo tanto, se requiere atender aspectos relacionados con el contexto, los cuales deberán evidenciar, con precisión, el fenómeno estudiado y enmarcarlo como nuevas amenazas para las FF. MM.

Los resultados contemplan la transformación y modernización estratégica, la proyección de capacidades y las nuevas tecnologías para la gestión de la defensa, lo que permite interpretar los retos y desafíos que enfrentan las naciones en seguridad, así como el desarrollo de importantes cambios y entendimiento de actores, entidades o fuerzas con capacidad e intención de afectar los intereses de las naciones.[2]

Es viable entender la transformación de la Fuerza como un avance de la estructura organizacional a nivel superior, el cual demanda trabajo, profesionalismo, dedicación, recursos y mejoramiento en procesos y procedimientos. En 2007, el Ministerio de Defensa Nacional (Mindefensa) suministró recursos al sostenimiento de la transformación sobre una base estratégica adaptativa por 15 años, cuya culminación se alcanzaría en el 2030.[3] Esta iniciativa tuvo, como una de sus metas, la victoria sobre los factores de desestabilización, la reconfiguración de las FF. MM. y de la PONAL, así como la consolidación de la estabilidad para nuevos contextos. Su desarrollo se logró en base a la estructuración de los procesos de planeación, administración de recursos e implementación de herramientas dirigidas a mejorar la eficiencia en el gasto y potenciar las capacidades de las Fuerzas.

De esta manera, frente a la transformación y modernización estratégica, el EJC estructuró un proceso juicioso y profesional que dio inicio con el Comité de Revisión Estratégica e Innovación (CREI), el cual tuvo como tarea fundamental analizar de manera sistémica y estructurada cada dirección, componente, sección y áreas articuladoras y/o transversales de la Fuerza. Fue necesario el entendimiento pleno de herramientas que condujeran hacia la sincronización de los procesos y la sostenibilidad del esfuerzo operacional sin detrimento del cumplimiento de la misión constitucional encomendada. También se tuvo en cuenta la participación de los integrantes del EJC como desarrolladores de la metodología prospectiva alineada con los propósitos de la Institución.

La creación del Comité Estratégico de Transformación e Innovación del Ejército Nacional (CETI), se basó en los datos recopilados por el CREI para determinar líneas de desarrollo y ejecución, y, de esta manera, alcanzar otro estadio. El CETI realizó un segundo análisis, interpretación de resultados y estructuración de iniciativas a realizarse a corto, mediano y largo plazo. Adicionalmente, para fines de 2012, se implementó el Comité Estratégico del Diseño del Ejército del Futuro (CEDEF), a través del cual se estructuró el Plan Minerva, mediante la Jefatura de Educación y Doctrina; posteriormente, se inscribió como proyecto en el Departamento Nacional de Planeación (DNP).

Las consecuencias de la implementación del CEDEF no se hicieron esperar y se lograron dos definiciones fundamentales: En primer lugar, se estableció el concepto operacional del Ejército denominada Operaciones Terrestres Unificadas (OTU). En segundo lugar, se definieron las capacidades necesarias para enfrentar las amenazas futuras. Todo esto se logró, a través del desarrollo doctrinario que incluyó la revisión, actualización y jerarquización de las publicaciones existentes, con el objetivo de mejorar el desempeño militar y alinearse con los estándares de la agenda global. Se propusieron estrategias conjuntas, coordinadas e interagenciales.

Durante el proceso de producción de doctrina, el EJC analizó diversos campos y puntualizó las OTU como «las tareas ofensivas, defensivas, de estabilidad o apoyo de la defensa a la autoridad civil, ejecutadas simultáneamente para capturar, retener y explotar la iniciativa, y consolidar ganancias para prevenir el conflicto, configurar el ambiente operacional y vencer en la guerra como parte de la acción unificada».[4]

En cuanto a la capacidad, se define doctrinalmente como la «habilidad para completar una tarea o ejecutar un curso de acción bajo condiciones y un nivel de desempeño específicos».[5] Esto incluye el componente estratégico, de operaciones especiales, inteligencia, control del territorio, movilidad, logística, comunicaciones, capacidades no cinéticas y bienestar, entre otros, que están contemplados en la Doctrina, Organización, Material, Personal, Infraestructura, Liderazgo, Entrenamiento y Mantenimiento (DOMPILEM).[6]

Es importante destacar que el desarrollo de las capacidades necesita elementos sine qua non, como el liderazgo de los comandantes y la información, que sirven como medios para coordinar e integrar esfuerzos y llevar a cabo tareas propias del mando tipo misión.[7]

Por otro lado, como parte del enfoque dinámico y avanzado contemplado en la doctrina, como condicionante de las demás capacidades del DOMPILEN, se adopta la acción integral como el “conjunto de acciones militares que abarcan las operaciones de apoyo y a la información militar, asuntos civiles, cooperación civil militar y asuntos públicos”,[8] con el fin de lograr el cumplimiento de la misión.

En ese mismo sentido, la proyección de las capacidades se dirige hacia su posible exportación dentro de los ejercicios de apoyo y cooperación multinacional en temas relacionados con el desminado humanitario, las áreas de concentración de víctimas, la búsqueda y rescate de estructuras colapsadas y la gestión del riesgo de desastres, así como otras tareas que integren la acción decisiva y fenómenos correspondientes al carácter transnacional.[9]

Esto puede contribuir, de manera efectiva, a una definición precisa sobre cómo formar parte de la agenda global, a través de alianzas estratégicas, convenios interinstitucionales de capacitación militar y ejercicios multilaterales enfocados en un despliegue efectivo de las unidades en diferentes escenarios, así como una respuesta eficaz a situaciones caóticas, problemas relacionados con el crimen transnacional, inestabilidad y amenazas cambiantes y desconocidas.

Sin embargo, el esfuerzo principal para lograr esta inclusión en la consolidación de los objetivos internacionales, sus propósitos y su agenda, parte inicialmente de los gobiernos centrales, especialmente aquellos que han demostrado capacidad de resiliencia frente a las amenazas de “alto perfil para la vida liberal-democrática”.[10] Estas pueden ser fenómenos en entornos de volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad (VICA), así como el terrorismo, enfermedades infecciosas humanas o no humanas y riesgos convencionales y no convencionales. Se han logrado avances significativos en el buen gobierno que permite la inclusión y adopción de tecnologías disruptivas como la Inteligencia Artificial (IA) y el big data para la toma de decisiones colectivas.

En esa perspectiva, las FF. MM. y la PONAL se encuentran en la necesidad y en la obligación de contemplar el ambiente operacional, el cual se concibe, al menos en la doctrina militar del EJC, como la “composición de condiciones, circunstancias e influencias que afectan el empleo de las capacidades y pesan en las decisiones del comandante”.[11] Este integra tanto las áreas físicas (aéreas, terrestres, marítimas y espaciales) como el dominio del ambiente de la información que incluye el ciberespacio, el cual se define como el dominio global que forma parte del entorno de la información compuesta por redes interdependientes de infraestructura, Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) y datos que incluyen elementos como Internet, telecomunicaciones, redes, sistemas informáticos, procesadores y controladores integrados.[12]

En ese contexto, es crucial tener una visión de futuro frente a la mutación de las amenazas, su estructura y análisis. Así, los nuevos enfoques como las tecnologías emergentes permiten abordar, de forma eficiente, los posibles ataques perpetrados por grupos al margen de la ley. Estos también consideran los efectos en materia de seguridad y defensa nacional, incorporando aspectos como el ciberespionaje o cibersabotaje direccionados a la desestabilización de los sistemas políticos de las naciones. Es importante destacar que, frente a las nuevas amenazas, existe la posibilidad de enfrentarse a ataques inminentes en cualquiera de los dominios del ambiente operacional.[13] Esto resulta en un incremento de la complejidad de las operaciones, la multiplicidad de actores involucrados y la confusión entre los elementos tradicionales del conflicto.[14] Ante este escenario, es fundamental contar con estrategias y capacidades adecuadas para hacer frente a estas situaciones y proteger la seguridad y defensa nacional de manera efectiva.

En este sentido, se requiere capacidades destinadas a la profesionalización de la Fuerza en aspectos diferentes a los abordados, que integren nuevas habilidades, actualizaciones y entrenamiento de avanzada en detección del cibercrimen, reconocimiento de alertas proporcionadas desde el big data y la IA, lo cual advierte procesos de captura de la información, servicios inteligentes y oportunos en el sistema de defensa nacional y una base tecnológica determinada por el I+D+i.

En función de lo expuesto, se puede considerar una estructura superior a la establecida para las FF. MM., la cual incorpora una racionalidad basada en la posibilidad de un gobierno electrónico, el cual engloba todas las funciones y actividades gubernamentales, moldeadas las cuales son configuradas por las TIC que, a su vez, integran los cuatro dominios de la gobernabilidad y la administración pública, que son: los programas económicos y sociales del Estado, las relaciones con el ciudadano y el estado de derecho (e-democracia), el funcionamiento interno y la relación con el entorno internacional.[15]

Conclusiones

El EJC emprendió un proceso de transformación que involucró a todos sus miembros en diferentes niveles, recibiendo el respaldo incondicional de la Reserva Activa y las entidades estatales en su conjunto. Este fue guiado por enfoques destinados a lograr diversos objetivos, involucrando la participación de la academia y la colaboración de ejércitos con variados desarrollos estructurales, doctrinales y operacionales.

Aunque la producción científica sobre los desafíos y retos de futuro para las FF. MM. no es amplia, la información obtenida y analizada, desde el contexto de las lecciones aprendidas, tiene un gran valor. Esto se debe a su contribución en aspectos normativos, doctrinarios, de recurso humano, de gestión y de aplicación de tácticas, técnicas, procesos y procedimientos en la conducción de las operaciones militares.

La experiencia del EJC se convierte en una valiosa fuente de información para trazar los objetivos estratégicos en la anticipación de los nuevos desafíos y la estructuración de soluciones para enfrentarlos. Entre estos se encuentran la configuración de nuevas amenazas, tácticas, técnicas o procedimientos del enemigo, así como la viabilidad presupuestaria para adaptarse a las nuevas realidades y el establecimiento de la conducción de operaciones en escenarios multinacionales.

Finalmente, se requiere de la superación de los factores de riesgo internos y proyectar las capacidades de seguridad pública, mediante la “consolidación de las capacidades defensivas y del rol de Colombia como coadyudante en la construcción de estabilidad y seguridad regional”[16] Para lograrlo, es necesario superar los factores de riesgo internos y proyectar las capacidades de seguridad pública. Esto implica fortalecer las habilidades de defensa y la posición de Colombia como un referente en la promoción de estabilidad y seguridad en la región.

Notas finales:

  1. Ejército Nacional de Colombia, (Manual fundamental del Ejército MFE 3-0 Operaciones, 2017), 7-19.
  2. Ibíd., 1-12.
  3. José Gustavo Arocha, et al., “Desafíos para la seguridad y la defensa en el continente americano 2020-2030” (Santiago de Chile: John Griffiths Spielman y Juan Pablo Toro (eds.), 2020), 202, https://www.casede.org/index.php/biblioteca-casede-2-0/defensa-y-fuerzas-armadas/fuerzas-armadas-del-extranjero/635-desafios-para-la-seguridad-y-la-defensa-en-el-continente-americano-2020-2030/file
  4. Ejército Nacional de Colombia, Manual fundamental del Ejército MFE 3-0 Operaciones (2017), 1-6.
  5. Ibíd.
  6. Ibíd., 1-7.
  7. Ibíd., 2-4.
  8. Ejército Nacional, Manual de campaña del Ejército MCE 3-53.0 Acción Integral (2019), 1-1.
  9. Lorena Baires, “USCAP, una estrategia regional contra las amenazas transnacionales” Diálogo de las Américas, (2017).
  10. Ben Anderson, “Preemption, precaution, preparedness: Anticipatory action and future geographies” (Progress in Human Geography, 34, n° 6: 2010), 779.
  11. Ejército Nacional de Colombia, “Manual fundamental del Ejército MFE 3-0 Operaciones”, (2017), 4-21.
  12. Ibíd., 4-19.
  13. Ibíd., 2-4.
  14. Ejército Nacional, “Manual de campaña del Ejército MCE 3-24.0 Amenaza Híbrida en un ambiente operacional”, (Ejército Nacional, 2021), 1-3.
  15. David Brown, “Electronic government and public administration” (International Review of Administrative Sciences, 2005), 246.
  16. Ministerio de Defensa Nacional, “Visión Estratégica del Sector de Seguridad y Defensa Nacional” (Bogotá, 2015),11.

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Las ideas contenidas en este análisis son responsabilidad exclusiva del autor, sin que refleje necesariamente el pensamiento del CEEEP ni del Ejército del Perú

Imagen: CEEEP

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